Escuchar música es una de las actividades favoritas de los humanos, pues los eleva emocionalmente a un estados de éxtasis. puro. No obstante, parece que el efecto que las melodías causan en nuestro cuerpo no son puramente psicológicas. Un grupo de investigadores descubrió que escuchar música libera en nuestro cerebro los mismos componentes químicos que el chocolate... o las drogas.
En un estudio publicado en Nature, inestigadores descubrieron que el cerebro actúa doblemente cuando nos preparamos para escuchar nuestras canciones favoritas. Primero, dopamina es liberada como respuesta a la expectación de oír nuestros acordes preferidos; y después una segunda fase ocurre cuando estamos literalmente escuchando la pieza, y la respuesta del organismo es muy parecida a la que se tiene cuando se consumeen opiáceos, como la heroína. Obviamente, la respuesta es mucho menos poderosa, y es por eso que no nos volvemos físicamente adictos a la música.
El estudio también trató con la respuesta que las personas tienen cuando se tratan de bloquear estos estímulos. Los investigadores le dieron naltrexona (un bloquador de receptores) a un grupo de personas antes de escuchar su música preferida, mientras que al otro no le dieron nada. El estudio reveló que las personas que habían consumido el receptor mostraban una respuesta física mucho menos fuerte que sus contrapartes. Además, se les pidio a ambos grupos que utilizaran un deslizador para medir el grado de emoción que sentían; y de nuevo, las personas que consumieron naltrexona se mostraron mucho mas displicentes.
Con estos descubrimientos, los científicos confirmaron que la música, en efecto, tiene efectos muy parecidos al de ciertas drogas en nuestro cerebro, y esa es la razón por la que tanta gente parece "adicta" a escuchar canciones todo el tiempo.
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