La FTC, reveló esta semana que el caso de espionaje de Vizio iba más allá de lo que muchos habían pensado. Aparentemente, los televisores de Vizio estaban programados para tomar una muestra de la imagen en pantalla cada segundo, para cotejarla con bases de datos de contenido. Esto permitía que la empresa supiera qué contenidos se consumían más en sus televisores, sin embargo, el mayor shock de esto es que la FTC asegura que la compañía estaba vendiendo esta información junto con las direcciones IP de los usuarios.
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Esto quiere decir que la empresa no solamente estaba espiando a sus clientes para sus propios motivos mercadológicos, sino que estaba lucrando abiertamente al dar acceso abierto a lo que debería ser información privada de la gente que llevó uno de sus televisores a sus hogares. Es por esto que la FTC fijó una multa de 2.2 millones de dólares, mismos que Vizio pagó en su totalidad durante la semana, además de comprometerse a borrar toda la información recolectada que siguiera en sus servidores.
Y si esta terrible intrusión a la privacidad te parece inaceptable, quizás debas saber que no es la primera vez que algo así ocurre, en 2013, LG fue acusado (y posteriormente la marca lo admitió) de capturar y recolectar datos de voz, aún cuando los usuarios habían negado expresamente que esto sucediera. También, en 2015, Samsung estuvo involucrado en un escándalo, ya que se descubrió que estaba grabando y recolectando las conversaciones que los usuarios mantenían cerca de sus televisores.
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