Cine y Tv

Makiko Futaki, la leyenda de Studio Ghibli que no recibió el reconocimiento que merecía

Sin el trabajo de esta animadora, Mi vecino Totoro y El viaje de Chihiro no hubieran existido

Cuando hablamos de Studio Ghibli, el primer nombre que nos viene a la mente es Hayao Miyazaki. Pero existen otras personas que pasan desapercibidas, sin las cuáles, la historia del estudio de animación japonés no tendría el prestigio por el que es reconocido hoy en día. Lastimosamente, hace unos cuantos días, nos enteramos que una de ellas falleció, Makiko Futaki, mientras era tratada de una enfermedad, mantenida hasta ahora en el anonimato. ¿Por qué de pronto la noticia circuló de sitio en sitio? Porque hasta hace poco era una de las veteranas y pieza clave no sólo de Ghibli —junto a otras mujeres: Atsuko Tanaka, Masako Shinohara y Megumi Kagawa—, sino, en general, de la animación japonesa que conocemos actualmente: fue responsable de la animación de El castillo ambulante, El viaje de Chihiro , La princesa Mononoke , Porco Rosso, Akira, y participó en otros grandes éxitos como El castillo en el cielo y Mi Vecino Totoro. Su currículum es inmejorable, tuvo que ver en las películas animadas del país del sol naciente más entrañables y famosas de este lado del orbe —y, al parecer, de todo el mundo—.

Futaki nació el 19 de junio de 1958, fue oriunda de la ciudad de Osaka y comenzó su carrera como animadora antes de debutar profesionalmente, pues ya era famosa por los trabajos hechos bajo la técnica llamada cine-caligrafía —la cual fue iniciada por Norman McLaren y consiste en arañar una pequeña tira de película de 8 mm—, que realizaba para el Private Animation Festival de corte amateur. Su fama se debió a que consideraban que sus películas habían superado las limitaciones de la propia técnica, en resumen, su arte era increíble.

Incursionó de manera profesional en la animación en 1979, al trabajar para Telecom Animation Film, ya que fue una animadora más del episodio #153 de Lupin III: Part II. Después de volverse trabajadora independiente, tuvo el primer contacto con Ghibli, específicamente, cuando colaboró con el cofundador del estudio, Isao Takahata en Jarinko Chie (1981). Desde ese momento, debido a sus grandes capacidades formó parte de las películas subsecuentes de Studio Ghibli —el último crédito que le dio la compañía aparece en El recuerdo de Marnie, lanzada en 2014—. Entre sus trabajos más destacados está Nausicaä del Valle del Viento, el cual realizó junto con Miyazaki.

Más tarde, intervino en otros clásicos, fuera de Ghibli: El Huevo del Ángel (1985), Tren Nocturno de la Vía Láctea (1985) y Akira (1988).

Por si eso fuera poco, cabe señalar que en 2002 sus trazos fueron reconocidos alrededor del mundo gracias a El Viaje de Chihiro , filme que ganó un premio Óscar por mejor película de animación.

La obra de Makiko Futaki no se limitó a la animación, la artista ilustró algunas portadas de Moribito: Guardian of the Spirit y escribió una novela ilustrada llamada The Tree at the Center of the World.

Fragmento de la novela que escribió
Fragmento de la novela que escribió

¿Qué decir de la labor de Makiko? Además de lo obvio, que sus escenas son complejas y a la vez delicadas y que lograba impresionantes matices con una animación fluida y abundante, esta mujer era amante de las aves, por ello, tenía el afán de dibujar pájaros en sus animaciones —recuerda la escena en Laputa, donde Pazu libera y alimenta varias palomas—. Asimismo cabe señalar el gran detalle que impregnaba a elementos naturales, como el pasto —en Nicky, la Aprendiz de Bruja—, los renacuajos y el árbol gigante en Mi vecino Totoro; Makiko Futaki fue quien dibujó para La Princesa Mononoke, el singular pasaje donde se aprecia cómo San entra al bosque con Ashitaka, encima de Yakkuru.

Por todo lo anterior y más, se le considera una de las mejores y más prolíficas animadoras de la historia reciente. Sin embargo, hay que señalar que en la red no hay mucha información ni fotos de Futaki. Eso nos hace pensar en un hecho aún más deplorable, que el trabajo de animador queda en segundo término, en otras palabras, no se reconoce como debería. La gente necesita morirse para ser reconocida por lo que hace, "nada nuevo bajo el Sol"; una triste realidad, ¿no te parece?

Como nos interesa tu opinión, ¿podrías decirnos cuál es tu película favorita en que participó Makiko Futaki?

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