Tecnología

HP está listo para convertirse en un gigante del gaming

¿Hacia dónde debe ir el futuro de la PC?

Contrario de lo que dicen, la PC no ha muerto y tal vez pase mucho tiempo para que llegue ese fatídico momento, pero es un hecho que necesita evolucionar pues, ante la creciente utilidad que están teniendo los dispositivos móviles, quedan cada vez menos cosas que hacer sentados frente a un monitor. Un década atrás era impensable mensajearte todo el día con alguien —a menos que tuvieras un BlackBerry o estuvieras dispuesto a gastar una fortuna en SMS— mientras estabas en la calle; hoy la única razón para hacerlo desde una computadora es porque estás ocupado con otras tareas. Obviamente dicho fenómeno seguirá ocurriendo con incontables actividades, ¿cuánto tiempo falta para que un ilustrador deseche los aparatosos gabinetes y simplemente tenga que conectar una pantalla y su tableta digitalizadora a un teléfono?

El problema con la mayoría de los fabricantes es que siguen con la idea de que una PC debe "servirte para todo", cuando ese todo se reduce a usar suites ofimáticas, programas especializados o jugar videojuegos. Para el resto tienes un smartphone, con la conveniencia de movilidad absoluta. Así que la mejor posibilidad de supervivencia para las computadoras tradicionales es apelar más que nunca a los nichos; en el ámbito empresarial no tienen problema —por algo Windows continúa vendiéndose tan bien—, pero frente a las masas es mejor que atiendan otras necesidades específicas. Por ejemplo, Asus (Republic of Gamers) está teniendo mucho éxito en el ámbito del PC Gaming, gracias a que dedicó una línea completa a los videojuegos y bueno, Razer es un caso aún más ejemplar. HP es el más reciente en seguir la tendencia, lo interesante es que está poniendo nuevas piezas en el tablero.

Esta semana HP habló acerca de una nuestra estrategia que trata de ganarse el corazón de la PC Master Race (los fieles seguidores de Gabe Newell) y, a la vez, acercar al PC gaming a las personas que no tienen tanto presupuesto. El eje de esa nueva visión son 3 equipos de diferentes categorías, que van de lo más accesible en precio —con specs no tan altos—, a un equipo diseñado explícitamente para máximo desempeño y realidad virtual. Lo interesante es que la compañía rescató un concepto nostálgico para los veteranos de la PC:

Si no tienes idea de qué rayos es ese logo, se trata del de VoodooPC, una marca que en los 90 rivalizaba con Alienware —cuando Alienware todavía inspiraba respeto—. Tal vez por simple tributo a lo clásico, o para despertar viejas pasiones, HP está combinando esa identidad con el concepto de las Spectre. El resultado es la línea Omen, que se ve suficientemente bien y en teoría, funciona bien; aunque es un poco desconcertante que no usaran el diseño de la Omen anterior que, a diferencia de las curvas que acostumbra HP, es angular y estilizado.

A pesar de que no soy tan fan del diseño, queda claro que estas máquinas fueron creadas para cerrar la brecha entre laptops convencionales, y las muy especializadas en gaming que cuestan un ojo de la cara. El precio de las nuevas Omen portátiles comienza en $899 dólares, mientras que una ROG básica o la Razer Blade te piden gastar el doble; claro, hay diferencias evidentes en cuanto a capacidad de potencia y en específico, no podrás jugar The Division en Ultra a más de 60 cuadros por segundo, pero al final la idea de HP es dar un desempeño óptimo para videojuegos a cambio de una inversión moderada. ¿Quieres los mejores gráficos a 120 fps? Sabes que estás obligado a gastar mucho más dinero.

Curiosamente la joya de la corona en la nueva familia Omen es la versión de escritorio; no una laptop, sino un gabinete. Y tiene sentido pues para tener la configuración de componentes más poderosa hace falta espacio. Puedes llevar tecnología versátil en el bolsillo —con tu teléfono— o hasta digna de respeto —con tu laptop—, pero la mejor tarjeta gráfica del momento jamás va a caber en equipo portátil, a menos que la pongas aparte, dentro de un bunker. Así, la microATX para gaming de HP tiene en su interior una GeForce GTX 1080 Founders Edition, Intel Core i7 de 6 núcleos (sexta generación), hasta 32 GB en RAM, almacenamiento en las combinaciones que se te ocurran (obvio estado sólido para el sistema y las instalaciones de tus juegos), además de enfriamiento líquido.

Y para acompañar al pequeño monstruo, HP creó un monitor de 32" con resolución 4K, que tiene tecnología FreeSync de AMD, además de prometer frecuencia de 75Hz y respuesta de hasta 5 milisegundos. Con esa mezcla deberías de poder jugar todo los títulos AAA con los settings en lo más alto (a 1080p), siempre con máxima fluidez. Pero lo mejor es que HTC colaboró con HP para optimizar esta Omen para realidad virtual, así que puede usarse recién salida de la caja con Oculus Rift o el HTC Vive. El problema es el precio, porque HP no ha dicho aproximados, aunque asegura que la filosofía es la misma con todas las Omen: no obligarte a donar un riñón para pagar.

A simple vista HP tiene en sus manos una estrategia sólida, ahora habrá que esperar hasta el lanzamiento de cada Omen para verificar si la promesa cumple las expectativas. Al margen de lo que resulte, la decisión de HP de entrar de lleno al gaming refuerza es señal de que la industria de la PC está entiendo el rumbo que debe tomar para subsistir. En un ecosistema que se hace cada vez más pequeño —pero irónicamente sigue igual de saturado—, la especialización favorecerá a quienes venden y, sobre todo, a los que compramos, pues la competencia estará mejor enfocada y la innovación avanzará a un ritmo más veloz.

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