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Elsa no será la primera lesbiana de Disney

¿Alguién quiere por favor pensar en los niños?

¿Qué sería del internet sin la bonita costumbre de jugar con nuestros personajes favoritos de ficción? Apariencia, sexo, especie, periodo histórico e incluso su universo entero. Nos encanta ver a Batman en la era victoriana, a Pikachu como si fuera un humano, a Darth Vader en el papel de Sailor Moon… Y luego están las princesas Disney. Blancanieves, Ariel, Aurora y compañía han sido transformadas, fusionadas y re-imaginadas en cualquier estilo y situación. Obviamente su preferencia sexual también ha sido objeto de estos juegos.

Mientras los fanarts, fanfics, cosplay y demás expresiones fruto de la imaginación de los fans podrían ser consideradas inofensivas mientras no se intente lucrar con ello —aunque de hecho muchos lo hacen—, hay una idea —que tampoco es nueva— que ha logrado que miles de personas se unan y exijan a Disney hacerla realidad: Elsa debe ser lesbiana.

Hay muchas razones por las que esto es más que obvio para las personas que así lo piden, desde el estatus de soltería y su poco interés en mantener una relación amorosa —que también podría significar asexualidad #JustSaying—, hasta el fuerte simbolismo que puede atribuirse a la canción ícono de la cinta Frozen: Let it Go.

La cantaste en tu mente, no lo niegues.
La cantaste en tu mente, no lo niegues.

Aunque la idea de Elsa como homosexual no es nueva, el fin de semana pasado una chica mexicana de nombre Alexis Isabel creó el hashtag #GiveElsaAGirlfriend que rápidamente se popularizó y creó polémica. Inmediatamente se hicieron peticiones en línea para que Disney hiciera lesbiana a Elsa en la cinta Frozen 2 que está planeada para 2018, al mismo tiempo que surgían otras peticiones para que Disney no hiciera caso de la presión de la “agenda gay”.

A lo largo de toda la semana, la discusión llegó a noticieros,redes sociales, medios impresos y digitales. Posturas y ataques a favor y en contra de la petición han surgido por todas partes y seguramente ya te has topado con memes y comentarios al respecto en tu timeline de Facebook y Twitter. Lamento ser yo quien rompa su burbuja, pero no va a pasar.

Frozen es un éxito monstruoso de marketing, se volvió un fenómeno cultural y una de las cintas animadas del estudio más exitosas de su historia —recaudó más de $1,300 millones sólo en cines, a eso hay que sumarle todo el dinero que hizo Disney con DVDs, Blu Rays, juguetes, ropa y todo lo derivado—, Disney no se va a arriesgar con esta propiedad intelectual.

¿De verdad necesitamos una princesa lesbiana?

El tema de la representación y la diversidad es bastante delicado, pero no es ajeno a esta compañía —y que no se nos olvide nunca que antes que nada es un negocio—. En los últimos 20 años, a paso lento pero seguro Disney ha introducido personajes y protagonistas que apelan a esto: Aladdin —primera princesa no blanca, Jasmine— Pocahontas, Atlantis, Mulan, Lilo & Stich, Tierra de osos, La princesa y el sapo —primera princesa negra, Tiana—. Del mismo modo sus historias han abordado temas cada vez más allá del cliché “mujer y hombre se enamoran”,Valiente y Frozen: Una aventura congelada son muestra de películas sobre princesas que no terminan casadas ni involucradas en un romance forzado.

Desde 1937 solo han existido 3 princesas que no son blancas
Desde 1937 solo han existido 3 princesas que no son blancas

El impacto de que un personaje tan poderoso como Elsa sea homosexual, sin duda representaría un éxito rotundo para la comunidad LGBT, y Disney tiene el poder monetario y mediático para hacer que funcione, pero no va a pasar, pues aunque el riesgo sea poco, Disney no piensa arruinar el status de una franquicia ya establecida y tan exitosa. Pero esto no significa que no puedan hacer algo nuevo.

En una entrevista para MTV, Alexis Isabel dijo:
La industria del entretenimiento ha hecho que niñas nos enamoremos de bestias, nos muestran ogros que se enamoran de humanos e incluso mujeres mayores que aman abejas, pero nunca hemos visto la pureza de una relación homosexual. Muchos en la comunidad LGBT ven Frozen como una metáfora de su experiencia y de aceptación de quienes son.

Alexis Isabel Está equivocada. En estos últimos años hemos visto florecer de forma cada vez más evidente relaciones entre mujeres ficticias en una gran variedad de medios: Bubblegum Princess y Marceline de Adventure Time, Ruby y Sapphire de Steven Universe, Harley Quinn y Poison Ivy de DC Cómics y el mejor ejemplo que puedo citar es el que sucede en Avatar: The legend of Korra, donde la protagonista se involucra sentimentalmente con otro personaje femenino sin que esto sea el eje central de la historia.

Los hombres y mujeres homosexuales han sido representados en medios de forma negativa por mucho tiempo no hay duda de eso, y aunque hacer que Elsa tenga una relación con otra mujer sería un gran paso hacia delante, el hecho de que este debate exista y tenga tantos detractores es una muestra de lo delicado que aún es el tema.

Mientras ya existen varios ejemplos positivos de personajes femeninos con relaciones homosexuales, aún pisan el terreno de la idealización, cosa que no sucede con los personajes masculinos. A los hombres gay aún se les pinta con un estereotipo y no podemos hablar de protagonistas importantes que tengan esta particularidad. ¿Dónde están los príncipes protagonistas? Mientras que una Elsa gay podría incluso alimentar la idealización machista del lesbianismo, un príncipe abiertamente homosexual haría temblar la tierra y sería un paso firme y definitivo en la dirección correcta.

Además, siempre olvidan que en Frozen aparece una familia homoparental
Además, siempre olvidan que en Frozen aparece una familia homoparental

No hablo de series de televisión para adultos, ni de películas de crítica social o comedia romantica, me refiero a cine para niños, un público que ha sido menospreciado y tratado como incapaz de pensar. Cada día vemos más diversidad en el cine y la televisión, Disney se tiene que mover a este compás o se verá superado por sus competidores. No nos hace falta una princesa lesbiana solamente, nos hacen falta princesas gordas, princesas latinas, princesas de más etnias, príncipes protagonistas y princesas transexuales.

Dime optimista si quieres, pero creo que estamos a menos de 10 años de que esto sea realidad, de que dejemos de rogarle a una empresa que nos dé espacio en sus historias, de que pidamos a gritos personajes con los que podamos identificarnos plenamente y dejemos de buscar mensajes sutiles que nos validen en la letra de una canción. Elsa no va a ser la reina gay que muchos quieren, let it go.

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