Mientras esperabas que tu frijolito en algodón germinara o que tu volcán de plastilina hiciera erupción más fuerte que los demás, Valentín Gálvez inventó una máquina para hacer gasolina y biodiesel con basura. De acuerdo con la agencia de noticias Notimex, Valentín es estudiante en la Facultad de Ingeniería Química de la BUAP y en lugar de hacer lo que tú en la universidad, acaba de dar una solución a un problema mundial.
Bajo la asesoría de la investigadora Gema Carreto Arámburo, el estudiante diseñó una máquina que convierte el aceite de cocina en biodiesel y las botellas de plástico, en gasolina. Con esta máquina se puede sustituir el uso de petróleo —que ya nos tiene tan ahorcados— y reducir un porcentaje importante de basura. En México, 23% de la basura en centros de acopio son botellas de PET que ahora podrán ser el combustible de tu auto.
La máquina funciona con un proceso llamado pirólisis, en el que se rompen las moléculas de cualquier materia orgánica al calentarla y quitarle el oxígeno. En este caso, eso permite obtener nuevos compuestos que se usarán para generar combustible.
Valentín lo explica así:
“Cuando sometemos el PET a la reacción de pirólisis, por medio de la temperatura rompemos sus enlaces moleculares y obtenemos un gas que al condensarlo se transforma en un nuevo compuesto, con ciertas características químicas y puede ser utilizado como diesel o gasolina”.
Por cada litro de aceite que entra en la máquina sale un litro de biocombustible y 200 mililitros de glicerina que sirven para mantener la producción andando.
Con este proceso, la máquina puede producir hasta 400 litros de biodiesel por hora; en 8 horas, puede suministrar a 40 camiones de transporte público y se espera que mejore su producción. Por el momento, este sistema sólo se usará en la red de transporte de la BUAP, pero en el futuro Valentín espera fundar una compañía llamada Emisión MX.
Y así, sin irse de pinta, Valentín encontró la respuesta a 2 problemas graves en todo el mundo: la contaminación y el uso de combustibles fósiles. Ojalá que el país aproveche este tipo de talentos y Valentín y su invento no desaparezcan entre los intereses económicos.
Deja tu comentario