Google ha comprado la segunda computadora cuántica comercial jamás creada. Capaz de operar 3600 veces más rápido que las computadoras convencionales, este dispositivo tiene el potencial de ayudar a científicos a curar enfermedades, detener el calentamiento global y hasta conducir un automóvil de manera automática. Todo gracias a su enorme poder de procesamiento.
La computadora llamada D-Wave Two, es fabricada por la compañía canadiense D-Wave, en el nuevo Laboratorio de Inteligencia Artificial Cuántica con sede en el Centro de Investigación Ames de la NASA en el estado de California.
Esta unidad es potenciada por un procesador cuántico de 128-qbits, los cuales, a diferencia de los bits normales que sólo tienen el valor 0 y 1, pueden tener un valor de encendido, apagado y una mezcla entre ambos, lo que le da una increíble velocidad de procesamiento debido a su habilidad de encontrarse en múltiples lugares al mismo tiempo.
Las computadoras convencionales están basadas en un modelo diseñado por Alan Turing en 1930 y únicamente son capaces de hacer un cálculo a la vez. Su contraparte cuántica, tiene la habilidad de realizar tareas individuales más rápido y resolver múltiples tareas de manera más eficiente.
Esta tecnología es capaz de resolver problemas complejos en unos segundos, a diferencia de las computadoras convencionales a las que podría tomarles años
Como ejemplo del poder de esta supercomputadora, el año pasado, un grupo de investigadores en la Universidad de Harvard, utilizó la D-Wave One para resolver el problema de plegamiento de proteínas más grande de la historia.
Los usos que se pueden dar a este tipo de dispositivos abren la puerta a avances científicos sin precedentes, pues su forma de procesar información es similar a la del cerebro humano, lo que les da la posibilidad de aprender de sus errores, experiencias y hasta de su entorno.
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