Intel es el mejor en CES para hablar del futuro

No es un secreto que CES ya perdió mucha de la chispa que tenía hace algunos años —y que sorprendentemente mantuvo durante varias décadas—. No es que vaya a morir, pero la emoción que solía causar ya no está ahí. En parte es culpa de que los chicos cool de Silicon Valley, como Apple, Microsoft o HP, que ya no quieren tener nada que ver con el show, o simplemente que la innovación ha tomado rumbos muy extraños.

Y es que aún si el nombre lleva la etiqueta de "consumo", la convención es una vitrina para demasiados productos mundanos y que a veces rayan en lo genérico. Ver más pixeles en una pantalla curva ultra delgada es maravilloso y te seduce a ahorrar para comprártela, pero ¿dónde están las tecnologías revolucionarias que cambiarán nuestra manera de vivir y pensar dentro de algunos años?

Intel está apostando por mantener una identidad de constante innovación, a pesar de que es una de las empresas más viejas de la industria

Aunque los drones, los wearables y las experiencias VR/AR parecen ser ese siguiente paso que tanto anhelamos para el futuro, falta algo que les dé un toque de vida y que los haga ver realmente innovadores, al menos en lo que refiere a CES —porque los HoloLens son innovadores, pero no están en esta convención—. Muchas compañías, grandes y pequeñas, están mostrando ese letargo, aunque como siempre hay excepciones y el que lleva el liderazgo de esa visión futurista es Intel.

La conferencia que dio el CEO Brian Krzanich se pareció mucho a la de años anteriores: estuvo llena de intensidad, frescura, sorpresas e ideas muy interesantes. Aunque... nada de lo que mostró puede proclamarse como algo disruptivo, porque la realidad es que muchos de los "anuncios" fueron seguimiento de cosas que vienen desarrollándose de hace años. Lo importante aquí es que Intel tomó algo que ya no se ve tan novedoso, para hacernos ver de qué manera será todo en la próxima década.

El Ninebot de Segway también usa RealSense para saber cómo interactuar con la gente de manera natural y fluida
El Ninebot de Segway también usa RealSense para saber cómo interactuar con la gente de manera natural y fluida

Nos enseñó cómo los drones se convertirán en máquinas que invadan los cielos para hacernos la vida más fácil en muy variados contextos. No será fácil, por cuestiones de seguridad y logística, pero serán casi infalibles —aún si tardarán mucho en ser efectivos al 100%— gracias a los nuevos sistemas de detección de objetos que, convenientemente, están perfeccionados gracias al poder de RealSense. Tan sólo el Phantom Typhoon H de Yuneec que mostraron en el escenario puede interactuar con las personas de manera precisa y muy veloz, sin que haga falta usar un wearable, control ni app del teléfono.

Queda claro que la intención de Intel al crear RealSense no era esa, pues durante los primeros años que lanzó esta tecnología la promovía como una pieza clave para la experiencia de usar una PC. Obvio la idea resultó un fracaso y nadie que hoy use una laptop con RealSense se acuerda de que ahí está. Pero el talento de Intel en la industria no sólo ha sido de mantener sus ganancias con únicamente procesadores —cuya tecnología casi nadie entiende—, sino de mantenerse vigente a pesar de los fracasos.

En lugar de seguir impulsando RealSense como una herramienta para el usuario convencional, lo transformó para darle nueva utilidad en muy diversos ambientes y prometer, con el cumplimiento a muy largo plazo, que su sistema de detección de rostros y objetos tan avanzado se integrará a cada cosa que hagamos o a todo lo que inventemos. Es más, Intel dice que su intención es crear un método para digitalizar fácil y en tiempo real cualquier objeto del mundo físico, que lo podamos mover sin problemas a un ambiente virtual y que, al final, nos sirva para explotar todo el potencial del VR.

También nos mostró nuevamente que los wearables están súper desaprovechados en cuanto a utilidad y concepto. Y para ejemplo convocó a Oaklye y sus Radar Pace, unas gafas que al estar potenciadas por el procesador Curie —diminuto, pero muy poderoso— se convierten en un asistente de acondicionamiento físico muy inteligente; analizan tu actividad y te sugieren cómo mejorarla. Si consideran que debes correr más, te dirán cuánta distancia o tiempo. Si creen que te estás excediendo, te explicarán la razón. Algunos wearables ya hacen eso, pero dependen completamente del smartphone para hacer el análisis, mientras que las Radar Pace no tienen que estar vinculadas a nada.

A simple vista parece redundante si de todos modos vas a llevar el teléfono en la bolsa, pero Intel dice que el potencial va mucho más allá y para ejemplo hizo que el reconocido compositor A.R. Rahman diera un impresionante concierto con sus músicos usando wearables en lugar de instrumentos reales.

La participación de Intel en CES 2016 no es tan revolucionaria como inventar un visor de realidad aumentada —los HoloLens—, ni tan disruptiva como lanzar un nuevo concepto de dispositivo —el iPad—, pero sabe muy bien cómo mostrarnos el lado futurista de algo que de primera impresión se ve sin chiste. Aún si las promesas son sólo eso, es interesante ver que Intel apuesta por la innovación como si fuera un startup, al sumar en sus esfuerzos a startups genuinos que tienen ideas novedosas y diferentes. A ellos les faltan los recursos y el hardware, mientras que Intel necesita el dinamismo de mentes jóvenes.

Al final otros mostraron la tecnología de hoy, mientras que Intel nos dejó ver en una ventana hacia la tecnología del futuro cercano.

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