¿Recuerdas que hace unas semanas un grupo de astrofísicos creyó haber encontrado una megaestructura alienígena en una estrella cercana a nuestro planeta? Parece que la teoría no es tan acertada después de todo, al menos en opinión de otros científicos, quienes creen que se trata de una nube masiva de asteroides.
Y es que después de la conmoción que causó KIC 8452852, numerosos astrónomos y expertos se pusieron a investigar los datos para descubrir qué está pasando realmente. Todavía queda la posibilidad de que otra estrella cercana esté creando una distorsión de lo que vemos, pero en la Universidad Estatal de Iowa dicen que tiene más sentido pensar que son rocas flotantes, resultantes de un planeta destruido —o varios— por una catástrofe a gran escala, o que la formación de planetas no se completó, así que sólo hay fragmentos y gas esparcidos alrededor de la estrella.
El nuevo estudio no se hizo a la ligera y de hecho sacaron nueva información de un análisis infrarrojo del telescopio espacial Spitzer de la NASA. Massimo Marengo, el director de astrofísica de la universidad de Iowa, dice que los datos son consistentes con el comportamiento de una familia de cometas que viajan en una órbita muy excéntrica, pero que tendrían que ser casi del tamaño de un planeta para obstruir la luz de la estrella —la cual a veces se opaca hasta 22% por este fenómeno, mientras que Júpiter no obstruiría ni 1% del sol—.
Hay muchas posibilidades y seguro pasará mucho tiempo hasta que el misterio se resuelva. Lo cierto es que si resultan no ser megaestructuras creadas por una civilización ancestral, lo que sucede en esta estrella podría dar pie al descubrimiento de un nuevo concepto astronómico. En opinión de Marengo, lo mejor es seguir analizando el caso y ser precavidos con lo que se dice, pues dado que todas las teorías son válidas, sería ridículo asegurar algo definitivo.
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