¿Eres de los que se enoja cuando no come? No te preocupes, hay una explicación científica para eso.
Un estudio de la Universidad Estatal de Ohio encontró que cuando los niveles de glucosa en la sangre bajan, las personas se ponen agresivas.
El estudio analizó el comportamiento de 107 parejas por 3 semanas. Los investigadores analizaron la convivencia entre ellos dándoles muñecos vudú que representaban al otro y les enseñaron a medirse la glucosa en la sangre.
Cada noche, tenían que poner alfileres en el muñeco según lo molestos que estuvieran con su esposo(a) y realizarse el examen de sangre.
Los científicos también querían analizar si su enojo se convertiría en algo más fuerte. Entonces, les dieron un videojuego de computadora en el que el ganador podía hacer que su compañero escuchara sonidos molestos –uñas en un pizarrón, taladro de dentista o sirenas–.
Los resultados fueron que los voluntarios con niveles bajos de glucosa pusieron la mayor cantidad de agujas en sus vudús –hasta dos veces más que los otros–. También eran ellos quienes ponían sonidos más molestos a su ser querido.
La conclusión a la que llegaron es que la falta de autocontrol hace que las personas se enojen o ataquen a personas que quieren. La glucosa es la única molécula que alimenta al cerebro y cuando no tiene suficiente, las funciones cerebrales no se realizan como deberían.
Obviamente, la falta de glucosa no es la única razón por la que alguien se enoja, pero sí determina cómo maneja ese coraje. Un cerebro que funciona bien sabe manejar el enfado para no herir a su pareja.
Entonces, la próxima vez que vayas a darle una mala noticia a tu amorcito, asegúrate de regalarle una barra de proteínas o algo con carbohidratos –un dulce no porque aumentaría muy rápido el nivel de glucosa y eso tampoco es bueno.
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