Recientemente, un hospital en el país más poblado del mundo (China) pensó que sería buena idea facilitar la donación de esperma, por lo que instaló una máquina que tiene todo lo necesario para extraer de tu cuerpo hasta la última gota de dignidad. También funciona muy bien para cumplir con su principal objetivo: traer más niños a la gran y desolada China.
La máquina tiene un receptáculo —el cual se parece la ventosa oral de una sanguijuela— que se ajusta a la altura de cada donador. Asimismo, los caballeros interesados en preservar el futuro de China pueden ajustar la velocidad, la intensidad y hasta la temperatura con la que trabajará la máquina. Lo mejor de todo es que en la parte superior tiene una pequeña pantalla que reproduce contenido multimedia que alentará a los menos inspirados.
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Según el director del departamento de urología de ese hospital, la máquina (que apodamos en la oficina como la ACM1PT2000) está diseñada para ayudar a los hombres que tienen dificultades para extraer su esperma de una manera más ortodoxa. Dudamos que sea cómodo estar en un cuarto con otras personas mientras una máquina te ordeña, pero, vamos, hay que hacer lo que sea por el futuro de China.
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