En 2013, Tesla luchaba por mantenerse a flote y estuvo a punto de irse a la quiebra. Ahora, gracias a un reporte en Bloomberg se sabe que Elon Musk, fundador y director general de la compañía, estuvo cerca de venderla a Google en un intento por salvarla.
De acuerdo con 2 personas involucradas en la situación, durante la primera semana de marzo 2013, Musk contactó a su amigo Larry Page para intentar que comprara Tesla por $6000 MDD más $5000 MDD para expansiones en la fábrica. Como parte del trato, Musk quería que le garantizaran que Google no desharía su compañía antes de que produjera una tercera generación de autos eléctricos, dirigida al mercado de consumo general. Musk también buscó permanecer a cargo de la compañía durante ―al menos― 8 años o hasta que la compañía fuera capaz de construir dicho auto. Page aceptó el trato y a lo largo de las semanas siguientes, Musk, Page y sus respectivos abogados comenzaron las negociaciones que se complicaron debido a ciertas exigencias económicas por parte de Musk.
El Tesla Model S de 2012 tenía varios problemas menores que ahuyentaron a posibles compradores, como errores en los sensores de la manija automática y algunas situaciones estéticas y de seguridad. De acuerdo con Ali Javidan, un antiguo ingeniero de la compañía, los problemas fueron causados por falta de recursos: "Era o contratar un equipo de 50 personas de inmediato para hacer que pasaran las cosas, o implementar las cosas lo mejor y lo más rápido que pudiéramos." Musk eligió la segunda, según Javidan.
Esta serie de situaciones provocaron que la publicidad de boca en boca del Model S fuera pésima, las ventas cayeron de manera importante y eso puso a la compañía en peligro.
Mientras las negociaciones se llevaban a cabo, las ventas de los autos de Tesla comenzaron a mejorar considerablemente, tanto, que la compañía logró ganancias por $11 MDD e ingresos por $562 MDD. Después de que Tesla anunciara su primer trimestre positivo, las acciones de la compañía se habían duplicado, Musk pudo pagar el préstamo de $465 MDD que le había dado el Departamento de Energía de Estados Unidos y canceló las negociaciones con Google.
Nuevas políticas de reembolso, así como garantías y el arreglo de los errores presentes en los autos mejoraron la percepción que el público tenía de Tesla y salvaron a la empresa de la bancarrota. Nuevamente, Elon Musk enfrentó a la adversidad, ganó y ahora trabaja en otra tecnología que puede cambiar al mundo.
Deja tu comentario