De acuerdo con Daily NK, el gobierno de Corea del Norte está decidido a reforzar la vigilancia y los castigos para los residentes en el país que vean o distribuyan la película The Interview.
Autoridades del partido obrero de ese país declararon, en una conferencia, que cualquier ciudadano que vea la película que "difama a su líder", será sentenciado a pasar el resto de su vida en un campo de trabajo; mientras que quienes distribuyan dicho filme como regalo o como venta, serán sentenciados a muerte.
Al parecer, las autoridades se tomarán la libertad de hacer redadas para encontrar posibles culpables.
Por otra parte, cabe recordar que en diciembre de 2014, un grupo de activistas opositores al régimen norcoreano, anunció sus planes de contrabandear The Interview en aquel país mediante globos aerostáticos, pero finalmente no lo hicieron porque el gobierno de Seúl temió por su seguridad y les pidió no llevar a cabo este plan. Corea del Norte aún sospecha que otras organizaciones y comerciantes del mercado negro podrían introducir la película en su territorio a través de la frontera china.
La preocupación porque los norcoreanos vean The Interview llevó a Kim Jong-un y a su gabinete a permitir que los ciudadanos elijan ver otras películas (antes prohibidas) y se olviden de la polémica cinta de Sony.
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