La mayoría de los productos de Apple están diseñados para que el usuario no pueda hacer reparaciones por sí mismo y hasta hace algunos años, arreglar una Mac averiada necesitaba de soporte técnico especializado. Sin embargo, los modelos recientes son más flexibles en cuanto a personalización de hardware e incluso el reemplazo de algunas piezas lo puede hacer gente con conocimientos técnicos muy básicos. La iMac con Retina 5K es un excelente ejemplo, pues muchos de sus componentes son de fácil acceso.
Los ingenieros de iFixit —un sitio que analiza minuciosamente el hardware de incontables productos— se dieron a la tarea de desensamblar la nueva iMac con la intención de desentrañar algunos de sus secretos. El primer descubrimiento que hicieron es que para quitar las tapas principales, hace falta retirar cuidadosamente una banda adhesiva, la cual hay que renovar completamente una vez que termina el procedimiento, para que la máquina quede sellada y funcione nuevamente en condiciones óptimas. Una vez que todo queda al descubierto, no hay complicaciones para cambiar el disco duro, los módulos de RAM o hasta el procesador.
Ahora bien, dado que el panel LCD y el cristal de la pantalla están integrados, no hay tanto riesgo de dañar ninguno de los 2 al momento desarmar el equipo. Por lo demás, Apple utilizó los mismos componentes que en las ediciones previas de iMac y los posicionó en el mismo lugar. De hecho, hay tantas similitudes que podría usarse la misma guía de reparación para el nuevo modelo.
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