Los sets de grabación de Star Wars: Episode VII han sido víctimas de espionaje a través de drones voladores; muchos hemos visto las fotografías y los videos tomados desde el aire, sin embargo, esta situación no es nueva para los productores de la serie. Según declaraciones de ejecutivos de Pinewood Studios, los productores de la serie temían una situación similar desde 2004 y trataron de adquirir un sistema de detección de drones para proteger los secretos de Revenge of the Sith.
Y aunque en aquella época los drones realmente no eran tan populares, el estudio trató de comprar un sistema conocido como DroneShield. Esta tecnología está diseñada para detectar la presencia de drones y alertar a las autoridades para facilitar la aprensión de cualquiera que trate de violar la privacidad de la empresa o persona que lo emplee. La empresa propietaria de DroneShield asegura que su tecnología puede detectar cualquier aeronave no pilotada, incluso las que no transmiten o reciben ondas de radio y las que son demasiado pequeñas para ser detectadas por un radar.
Desafortunadamente -o afortunadamente para nosotros-, la compra del sistema no pudo ser realizada debido a problemas con la exportación de la tecnología y los productores de Star Wars quedaron desprotegidos ante los pequeños espías aéreos que ahora abundan en algunas regiones del mundo.
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