Hay aplicaciones mucho más seguras que otras —o al menos eso dicen algunas compañías que venden software de protección informática—, pero de acuerdo con un estudio del colegio de ingeniería Riverside Bourns, todas son capaces de filtrar información si hay malware instalado en el teléfono o la tablet. Por si fuera poco, esa vulnerabilidad puede ser explotada fácilmente en Android, iOS y Windows Phone.
El grado de efectividad en todos los casos fue muy alto: en Gmail tuvieron éxito de 92%, mientras que Amazon se resistió la mitad de las veces
Para llevar a cabo la investigación, los especialistas revisaron numerosas apps de mensajería, clientes de correo y servicios bancarios. Aunque algunas piezas de software presentaron un poco de resistencia, al final sólo algunos minutos para romper la encriptación. "Existe la creencia de que cada tipo de malware afecta únicamente a ciertas aplicaciones, sin embargo, es suficiente con que el código malicioso tenga acceso a la memoria compartida para acceder a los recursos de todo el sistema, incluyendo las apps mejor protegidas.", explicó el profesor Zhiyun Qian, quien lidera el proyecto.
Los investigadores dicen que hackearon la seguridad de muchas aplicaciones con un método muy sencillo, el cual permite monitorear las acciones del usuario y robar todas las contraseñas. El desafío para el atacante está en que no puede ver exactamente lo que hace su víctima, sólo tiene acceso al registro de lo que sucede en la memoria activa. A pesar de la limitación, es suficiente para elaborar un engaño, pues si la persona abre la app de un banco, el hacker tiene los privilegios necesarios para desplegar en el teléfono una pantalla falsa de autentificación.
El equipo encargado de la investigación dice que está trabajando con Apple, Google y Microsoft para encontrar una solución y que darán más detalles en el simposio de seguridad USENIX, en la ciudad de San Diego, a finales de agosto.
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