Los alarmistas dicen que estamos al borde de una crisis mundial dentro de Internet y que está a punto de estallar una ciberguerra entre las potencias más importantes del planeta. Pero antes de que siquiera eso suceda, podría darse otro tipo de grave problema que afecte la estabilidad de la red, pues la milicia de Egipto recién capturo a tres buzos que saboteaban el cableado submarino que conecta a los continentes.
No es que se vaya a repetir la historia en cada rincón del orbe, pero basta que a alguien se le ocurra una idea para que alguien más la repita en otra parte. Esperemos que no sea así, pero como sea, lo desconcertante de esta historia es que los criminales no parecían tener una intención más perversa que la de interrumpir la comunicación y “atestiguar el caos resultante”.
La identidad de los ofensores no fue revelada, ni sus auténticas intenciones, ¿sería simple malicia o perseguían propósitos políticos y financieros?
Y es que la guardia costera atrapó a estos tres individuos en las cercanías de Alejandría, justo cuando estaban cortando uno de los cables más importantes de Telecom Egypt, compañía encargada de acarrear el 75% de tráfico en la región hacia Medio Oriente, Europa, África y Estados Unidos.
De acuerdo con reportes de la agencia noticiosa Reuters, el daño fue reparado algunas horas después del atentado y todo volvió a la normalidad para los habitantes de la zona. Curiosamente no es la primera vez que se dan irregularidades en esta serpenteante infraestructura que atraviesa el mediterráneo, pues en años recientes ha sufrido constantes desperfectos, desde degradación residual por la salinidad del agua, hasta golpes contundentes causados por embarcaciones. Tal vez sea momento de cambiar a métodos más efectivos de transferencia de datos.
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