Hace una semana, tras el lanzamiento oficial de la Galaxy Tab S en Estados Unidos, los poseedores de las primeras unidades del dispositivo reportaron que la tapa trasera de ambos modelos se sobrecalentaba al punto de deformar severamente la superficie. Después de investigar varios casos, Samsung descubrió que el origen de la falla está en unas cuantas cubiertas defectuosas y con base en ello, asegura que no se debe a una mala calidad en los materiales de fabricación.
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"Contrario a lo que muchos medios periodísticos informaron, la ligera desfiguración que se formó en la superficie trasera de la Galaxy Tab S se atribuye a un número limitado de tapas traseras defectuosas, lo cual no tiene relación con algún sobrecalentamiento del procesador de aplicaciones y mucho menos con el plástico usado. Queremos que todos nuestros clientes estén tranquilos, pues estamos resolviendo el problema. Para atender esta situación, aquellos que resultaron afectados deben contactar al centro de atención de Samsung Electronics de su localidad.", explicó un representante de la compañía, sin dar detalles adicionales.
Ahora bien, sin quitarle credibilidad a Samsung, es un hecho que el calor que generan los procesadores de la tablet, el Exynos 5420 y el GPU Mali-T628, está muy por encima de los niveles recomendables, pues incluso un panel defectuoso no debería deformarse tanto. En todo caso, el calentamiento también debería atenderse en términos de software, para reducir el riesgo.
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