Sin duda el desafío más grande de Project Ara, la iniciativa de teléfono modular de Google, será satisfacer la demanda sin incrementar los costos de producción de un dispositivo móvil convencional; de otro modo se cancela su objetivo de ofrecer un gran nivel de personalización a precio accesible. Para deshacerse de esa barrera, Google desarrolló una impresora 3D que además de tener la misma calidad que los equipos más avanzados, trabaja 50 veces más rápido.
El impresionante hardware fue llevado a I/O 2014 para hacer demostraciones en vivo y usarlo como parte de una competencia de creatividad para desarrolladores. La meta, según los ingenieros de Google, es que los participantes de la breve contienda propongan la implementación de características que los teléfonos actuales no poseen. Al final de la semana ganará el premio de $100 mil USD el equipo cuyo proyecto sea el más novedoso, así como apoyo de Google para producir el módulo de manera formal cuando se lance oficialmente Project Ara.
En el mismo contexto, los representantes de Project Ara dicen que las técnicas de producción involucradas con la fabricación del teléfono modular serán fundamentales para estimular nuevos avances en la industria de la manufactura. En específico, presumen que la placa base del dispositivo será un caso ejemplar, pues presenta numerosos sistemas integrados en muy pocos chips, lo que dará amplio espacio para instalar los componentes intercambiables. De la plataforma Spiral 1 presentada hace 6 meses que sólo dejaba espacio de 35% para los desarrolladores, la nueva versión Spiral 2 brinda un área efectiva de 75% para trabajar.
Google organizará un nuevo evento de Project Ara para desarrolladores hacia mediados de septiembre en el que ofrecerá los primeros kits de programación y planea lanzar la primera versión oficial a principios de 2015.
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