Para cualquier compañía es sumamente fácil proclamar que sus productos son superiores a los de la competencia, pero comprobarlo queda en manos de especialistas imparciales, como DisplayMate, que dedican sus conocimientos técnicos para calificar los productos según su calidad y eficiencia. Así, la célebre firma de análisis desensambló una Galaxy Tab S, la comparó con numerosos dispositivos y declaró que se trata de la tablet con la pantalla más eficiente de la actualidad.
Cabe señalar que la nueva abanderada de Samsung no triunfa en todas las categorías, pero el promedio de todos los resultados es superior incluso que el iPad mini con pantalla Retina y que la Nexus 7 lanzada en 2013. Por ejemplo, mientras que la resolución de 2560 × 1600 pixeles es elevada en términos generales, la saturación de puntos por pulgada no es tan prodigiosa ante estándares recientes.
Pero la virtud de la pantalla de la Galaxy Tab S no está, como era de esperarse, en la resolución, sino en la calidad de los colores y el nivel de brillo. A diferencia de otras tablets, la de Samsung ofrece 4 perfiles de configuración: adaptable, foto AMOLED, cinematográfico y básico. Al permitir que se cambien radicalmente los valores cromáticos, el dispositivo se asemeja a las cualidades de un televisor de gama alta y con ello, ofrece una experiencia más completa para el consumo de contenidos multimedia.
Por supuesto, un aspecto importante para elevar la calificación de la Galaxy Tab S es que su panel está construido con tecnología OLED, el método de fabricación más sofisticado para pantallas modernas, dado que no sólo muestra contrastes más profundos, también permite que se ahorre energía al apagar selectivamente los pixeles en los que hay un negro absoluto. Y para finalizar, el dispositivo de Samsung demostró ser muy cómodo para visualizarse en cualquier luz ambiental, pues tiene un índice de reflejo de apenas 4.7%, cuando el promedio de las pantallas más eficientes en ese aspecto están por encima de 15%.
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