Hoy me topé con una noticia de denunciasmx.com que asegura que Facebook chamaqueó a todos los usuarios que hace algunos días pusieron el filtro de arcoíris a su foto de perfil para demostrar su apoyo hacia la comunidad lésbico, gay, bisexual y transgénero (LGBT, por sus siglas en inglés). Lo que este sitio asegura, es que todo fue un experimento social que la compañía de Mark Zuckerberg utilizó para analizar la efectividad de campañas publicitarias. Antes de que te enojes y vayas corriendo a postear algo a Facebook expresando tu indignación, déjame decirte que esto no es necesariamente cierto.
Obviamente, estos rumores surgieron por una razón. Hay que recordar que el año pasado, Facebook alteró el News Feed de algunos usuarios para estudiar sus emociones, lo que causó indignación y obligó a la red social a pedir disculpas públicamente. Por eso, no debe sorprendernos que cada vez que Facebook hace algo nuevo o diferente en su plataforma, haya quienes duden de las intenciones de la compañía, a pesar de que en octubre pasado emitieron un comunicado en el que prometían que a partir de ese momento publicarían el objetivo y las características de sus próximas investigaciones, antes de llevarlas a cabo.
También hay un extenso artículo al respecto en The Atlantic, en el cual analizan a fondo lo que Facebook podría estar aprendiendo de este tipo de experimentos o fenómenos dentro de la red social. El autor de ese texto habló con Nevius, el portavoz de Facebook, quien dijo que no se trataba de un experimento y que simplemente fue un desarrollo interno que se volvió popular entre los empleados de la compañía, por lo que decidieron publicar la herramienta del filtro de arcoíris, justo a tiempo para que la gente mostrara su apoyo ante el decreto de la Suprema Corte de Estados Unidos que ahora permitirá que las personas del mismo sexo se casen.
En conclusión, aunque nadie descarta que Facebook haya obtenido datos interesantes del comportamiento de la gente con el filtro de arcoíris, no existen pruebas de que la intención de la compañía haya sido experimentar con los sentimientos de sus usuarios desde un inicio. Claro, al final, cada quien puede armar las teorías de conspiración que le plazcan, pero antes de alocarse, vale la pena analizar los hechos. Además, quién sabe cuántos sitios y programas que utilizamos diariamente analizan constantemente nuestros hábitos y nadie dice nada al respecto. Como siempre, mi recomendación es que tengas cuidado con lo que compartes y estés consciente de que actualmente casi todo lo que hacemos en la red puede ser medido y analizado con diferentes motivos.
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