Después de décadas de usar una enorme cantidad de recursos para luchar contra las copias ilegales, Microsoft sorprendió al mundo al anunciar que regalará Windows 10 a todo aquel que tenga una copia de Windows, incluso si ésta es pirata. La compañía cambió radicalmente de estrategia comercial y decidió dar la bienvenida a todo aquel que tenga interés en su sistema, lo que dejó a muchos preguntándose ¿cómo harán dinero si están regalando su software?
En el pasado la estrategia comercial de Microsoft era sencilla: éste es mi software, págame y puedes usarlo. Bajo este sistema básico, la compañía ―y la mayor parte del mundo de la tecnología― funcionó durante años y así se establecieron innumerables empresas que hoy dominan el panorama tecnológico. Pero las cosas ya no funcionan así gracias al desmedido crecimiento de las plataformas móviles y a la lenta muerte de la PC; el impacto comercial ya no se logra mediante la venta de productos, sino por medio de la prestación de servicios. Ahora hay un nuevo modelo de negocios llamado Freemium que consiste de 4 sencillos pasos: adquirir, involucrar, reclutar y por último monetizar.
Al "regalar" Windows 10 Microsoft está implementando la primera etapa del plan, pues así adquirirá un enorme número de usuarios que adoptarán el sistema operativo porque es gratis y, al parecer, será funcional, práctico y sobre todo, unificado, ya que Windows 10 estará presente tanto en PC como en tablets, teléfonos y Xbox One. Esta ubicuidad es esencial para lograr que el usuario se involucre con el ecosistema de la compañía. Este último es un paso que Apple logró dar con rotundo éxito, pues la interconectividad entre sus dispositivos creó usuarios leales que temen cambiar a otros sistemas porque ya compraron un iPhone que es compatible con OS X y con iPad, aparte de que ya invirtieron en sus canciones en iTunes y en decenas de Apps que perderían si cambiaran a Android o a Windows. Con el iPhone, Apple creó un tipo de droga de entrada que llevó a sus usuarios a consumir sus demás equipos.
En cuanto a la fase de reclutamiento creo que no hay mejor ejemplo que Apple. Esta empresa logró hacer de su base de usuarios un grupo de gente con fervor cuasi religioso que defiende a la compañía de cualquier crítica o ataque, pero su dedicación y amor por todo lo relacionado con Apple es tema de otro artículo y en este caso sólo lo utilizaremos como ejemplo. De igual manera, Microsoft tendrá un grupo de seguidores (no tan clavados, por favor) que seguirá a la marca y evangelizará a otras personas para adoptar su sistema.
Al final del esquema Freemium lo único que resta es monetizar y ya con una base de usuarios leales establecida, este paso no es complicado, pues Microsoft podrá cobrar por acceso a opciones especiales a versiones Home Premium o Ultimate Edition y, por supuesto, obtener comisiones de todo lo que venda en su tienda de aplicaciones.
En la nueva estrategia de Microsoft, la droga de entrada será Windows 10, la forma de involucrar a los usuarios será la ubicuidad del OS en diversas plataformas, lo que a su vez hará que recluten a amigos y familiares para poder compartir contenido y facilitar así la monetización de servicios premium que se ofrecen por suscripción, así como la venta de hardware dedicado. En este último punto es importante mencionar que la compañía no dará una licencia oficial a los piratas, sino que ―según recientes declaraciones oficiales― se limitará a dar una "copia" a aquellos que tengan el sistema operativo no genuino. Microsoft no mencionó cuánto tiempo estará activa esta copia ni cuáles serán sus capacidades, pero es probable que se pueda usar el OS sin licencia durante 1 año.
El proceso del esquema Freemium parece sencillo hasta cierto grado, pero recordemos que Microsoft nunca ha sido capaz de ejecutarlo efectivamente y mientras Google ha logrado ofrecer servicios gratuitos a cambio de recopilar tus datos y ofrecer anuncios personalizados y Apple pudo crear un teléfono que introdujo a cientos de millones de personas en su mundo, Microsoft apenas está cambiando y llegó años tarde a la fiesta, pero al parecer, llegó con botanas, refrescos y algo de piquete para el ponche.
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