Finalmente, tras una muy larga espera —y un sinfín de rumores—, Samsung anunció oficialmente los nuevos teléfonos de la línea Galaxy. En esta ocasión, la compañía lanzó 2 versiones del equipo, una llamada Galaxy S6 y la otra, Galaxy S6 Edge. Pero, ¿qué es lo que las hace diferentes?
Por supuesto, lo que más los distingue es la pantalla, pues en la versión Edge las orillas tienen una curvatura pronunciada, mientras que el S6 tiene un panel convencional. Ambas pantallas son Super AMOLED de 5.1 pulgadas y tienen una resolución de 2560 × 1440, con densidad de pixeles de 577 ppi, lo que las hace extremadamente nítidas y con una profundidad de colores sorprendente.
La curvatura de la pantalla del S6 Edge no es meramente estética, sino también funcional, pues despliega notificaciones a lo largo del borde, como si fuera una pequeña línea de información. Por ejemplo, puedes ver quién te está llamando o si te llegó un mensaje, sin que debas prender la pantalla del equipo. De igual manera, serás capaz de designar una posición a específica a tu contactos frecuentes, así como asignarles un color para que se ilumine el perfil y con ello, sepas quién te está llamando con echar un vistazo rápido .
Por supuesto, éste es sólo el principio de las posibilidades que brindan las orillas curvas. Habrá desarrolladores que aprovecharán esta característica para crear aplicaciones atractivas, novedosas y que ayuden a ahorrar batería, ya que se eliminaría la necesidad de encender constantemente la pantalla para ver notificaciones simples.
Fuera de esa obvia diferencia en diseño, ambos teléfonos son muy similares, pues sólo cambia su peso, su tamaño y la duración de la batería (por insignificantes 50 mAh).
El Galaxy S6 tiene dimensiones de 143.4 x 70.5 x 6.8 mm y un peso de 138g, mientras que el Edge cuenta con 142.1 x 70.1 x 7 mm y pesa 132g. En comparación, el Galaxy S5 pesa 145 g y sus medidas son 142 x 72.5 x 8.1 mm. Así que la diferencia entre los nuevos modelos de la familia Galaxy se resume a 0.20 mm de espesor y 6 gramos de peso.
La batería del Galaxy S6 es de 2550 mAh, mientras que la del S6 Edge es de 2600 mAh, una diferencia muy pequeña que apenas se notará.
Fuera de la curvatura, ambos equipos son casi iguales: tienen una pantalla con la misma resolución, un procesador de 2 núcleos a 2.1 GHz, 3 GB de RAM DDR 4, cámara trasera de 16 megapixeles y delantera de 5 que pueden estar listas en 0.7 segundos. Al final, deberás decidir si estas diferencias mínimas son lo suficientemente valiosas para ti, pues aunque aún no conocemos el precio de los equipos, la pantalla curva seguramente se traducirá en un considerable aumento de precio.
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