Las 5 características que nos gustaría ver en el iWatch

El zafiro y la carga inalámbrica son importantes, pero necesitamos más

Hay muchas razones para emocionarse por la llegada del iWatch. En primer lugar, su concepto existe desde hace más de una década, precediendo incluso a la creación del iPhone, así que la idea tendría que haber madurado mucho. Hay toda clase de rumores, se han creado centenares de diseños conceptuales y ante los numerosos registros de patente relacionados con el desarrollo de un reloj inteligente por parte de Apple, las posibilidades son muy prometedoras.

Además, parece que se reunieron los ingredientes necesarios para construir un smartwatch ideal: Apple contrató especialistas de la industria de la relojería de lujo, sumó a sus filas a ingenieros del equipo que diseñó la FuelBand de Nike+ y hasta recurrió a expertos de la industria médica para supervisar el desarrollo de sensores biométricos. Si todas las piezas de este rompecabezas encajan debidamente, la empresa presentaría uno de los dispositivos más impresionantes de los últimos años. Por supuesto, para lograr un lanzamiento triunfal, el iWatch requiere de ciertas características clave.

Identidad

Un smartwatch ideal debe mantener el equilibrio entre diseño personalizable y funcionalidad, además de ofrecer versatilidad de uso, simplicidad y ser realmente innovador

Casi todos en la industria especulan que la incursión de Apple en el mundo de la tecnología portable llevará por nombre iWatch, pero la realidad es que podría tratarse de un concepto realmente revolucionario que ni siquiera tenga que ver con la medición del tiempo. O, tal vez, sólo sea un reloj. Lo importante es que dicho dispositivo debe estar muy bien definido. Es decir, si es un instrumento de interacción social, esa debe ser su tarea principal; lo mismo si se trata de una herramienta para acondicionamiento físico. Todo lo demás será un beneficio adicional.

El error de la mayoría de los fabricantes que están experimentando con smartwatches radica en la falta de identidad. Sus propuestas tratan de ofrecer múltiples características y prestaciones, a cambio de sacrificar un objetivo específico. De tal manera, por un lado, Samsung es la principal víctima de tal defecto, pues la familia Gear, aún con su impactante campaña publicitaria, tiene ventas menores que un proyecto iniciado en Kickstarter. Por el otro, el Moto 360, un producto del que aún se desconocen muchos detalles, pero causó furor en todo el mundo, todo porque su propuesta es clara: antes que nada es un reloj y en segundo término, ofrece funciones inteligentes ligadas a Android Wear.

Personalización

Un reloj es una declaración de estilo personal, pues a diferencia de los teléfonos, siempre está a la vista, cumpliendo su deber como accesorio. Sobra decir que por eso un smartwatch tiene que brindar un amplio margen de personalización. No sólo en cuanto a la posibilidad de elegir la carátula, sino también en tamaño, tipo de correa, forma del armazón, color o hasta los materiales de fabricación. La industria de los relojes tradicionales es sumamente versátil, por lo que la de los smartwatches debería heredar esa cualidad tanto como sea factible. Con su infraestructura actual, tal vez Apple no sea capaz de brindar un catálogo estético tan completo —para eso necesitaría plantear algo similar a Moto Maker—, pero al menos debe ajustarse a diversos estilos. Sería desalentador que toda la gente tenga un iWatch exactamente igual al tuyo; esa estandarización funciona con el iPhone, sin embargo, la identidad de un reloj está en otro contexto.

1 / 10

Autonomía

A la fecha, el principal defecto de los relojes inteligentes es que para alcanzar su máximo potencial, dependen de la comunicación con un teléfono u otro dispositivo más grande. El iWatch tendría que funcionar de forma completamente autónoma y recibir notificaciones de Facebook, WhatsApp, Amazon o mail directamente desde la nube. Pero no sólo eso, también debe poseer su propio sistema operativo, en lugar de una derivación mal implementada de iOS 8. Android Wear dejó claro que una interfaz optimizada para pantallas pequeñas es más eficaz y amigable.

Desde luego, no se trata de cortar vínculos con el resto de las tecnologías; es justo lo contrario. El iWatch podría convertirse en el eje de la interacción con todo lo que hay en el hogar, en un auto, en las tiendas físicas o con los servicios en un estadio de fútbol. En fin, la idea es que el smartwatch (cualquiera, no sólo el de Apple) necesita justificar su existencia y dejar de ser únicamente la extensión de otras pantallas. Obviamente, una interfaz tan pequeña presenta limitaciones de funcionamiento, pero en ese aspecto Siri es la solución.

El sistema de reconocimiento de voz de Apple aún tiene que evolucionar, en especial si lo comparamos con las capacidades de Google Now en Android Wear; no obstante, falta poco para que esta inteligencia artificial se adelante a las necesidades del usuario. Idealmente, no haría falta tocar la pantalla para acceder a todo lo que ofrece el iWatch, pues los comandos por voz bastarían para escribir largos mensajes, compar en línea, encender las luces de una habitación, reproducir películas en un Apple TV o activar una búsqueda en Google Maps.

Batería de nueva generación

Una pantalla de zafiro podría permitir que el iWatch tenga recarga por medio de energía solar
Una pantalla de zafiro podría permitir que el iWatch tenga recarga por medio de energía solar

De todas las diferencias entre un smartwatch exitoso y otro con poca popularidad, lo que más sobresale es la duración de la batería. El Galaxy Gear no es mal producto, sin embargo, es inaceptable que requiera cargar su pila cada 8 horas. Si el iWatch sigue el camino de baja eficiencia energética que identifica al iPhone, terminará siendo un fracaso. Nadie quiere tener enganchado en el brazo un dispositivo cuya utilidad se extingue tras medio día, aún si ese equipo hace maravillas. Para cumplir la expectativa, la tecnología portable de Apple tiene 2 alternativas: economizar electricidad por medio de un sistema de administración inteligente o, mejor aún, sumar a eso la capacidad de recarga inalámbrica. Tan sólo el hecho de evitar cables ya es una ventaja sustancial, aunque para consumarse como algo irresistible, el iWatch requeriría de recarga por medio de luz solar. Tanta independencia marcaría una diferencia definitiva.

Muchas aplicaciones

Para mucha gente, los dispositivos móviles de Apple no son tan relevantes en sí mismos, sino que valen por su tienda de aplicaciones. No es secreto que el compromiso de los desarrolladores con iOS es mucho mayor que en Android, así que el mismo fenómeno tendría que repetirse en el ecosistema de iWatch. A menos que la compañía construya de inicio un mercado saludable de apps para su reloj inteligente, el producto brillará poco y en última instancia, será demasiado similar a sus competidores. Los usuarios necesitan una razón genuina para mirar constantemente el dispositivo que se encuentra en su muñeca, de otro modo, no encontrarán el estimulo suficiente para adquirir un smartwatch, más allá de presumir que tienen uno.

HealthKit es una excelente plantilla. La suite de salud y acondicionamiento físico que presentó Apple hace pocos meses es tan minuciosa que mide la cantidad de hidratación o el nivel de oxigeno de un individuo. Asimismo, además de llevar un registro detallado, convierte los datos en información realmente útil para complementar las actividades diarias. Del mismo modo, cada app para iWatch —comenzando con las creadas por Apple— tiene que ser relevante y única. Es decir, que en lugar de ser la reinterpretación de una aplicación del teléfono, se trate de algo nuevo o con funciones específicas para el reloj.

Pero al final, no necesita ser perfecto

A pesar de que Apple es objeto de mucha fe, dista de ser un fabricante con productos impecables. Es más, incluso en la época que Steve Jobs llevaba las riendas la compañía, éste fue incapaz de crear tecnologías infalibles y para evidencia, basta recordar los defectos del iPhone —de los cuales, la deficiente batería sigue presente—. Por eso, es evidente que el iWatch llegará con algunas carencias. Pero no hay problema, el talento de Apple es perfeccionar sus propuestas con el pasar de los años. En todo caso, la empresa tiene que hacer evidente su compromiso con el dispositivo, con los desarrolladores y, por supuesto, con el usuario.

Apple tiene lo necesario para llevar a cabo ese proyecto de ensueño, pero es uno de los riesgos más grandes que ha enfrentado en su extensa trayectoria. No será fácil cumplir la expectativa de inversionistas, consumidores y toda la industria que, más que nunca, están expectantes ante la siguiente oleada de innovación de Apple. Desde que Tim Cook se convirtió en director general, la empresa no ha presentado un producto realmente revolucionario y, a decir verdad, a la vanguardista propuesta de iPhone y iPad aún no le sigue nada realmente novedoso. iWatch podría ser esa respuesta.

Deja tu comentario

Nuevo

  • Nuevo

  • Trending

  • Lo Mejor

Subir
Advertising