Las 4 principales posturas en el debate de la neutralidad de la red

Analizamos la controversia que podría cambiar la estructura básica de Internet

A principios de este año, una corte de Washington dictaminó que los proveedores de Internet (ISP) de Estados Unidos debían ser gobernados bajo las leyes que rigen a los servicios de información y no de telecomunicaciones. Esto permite a compañías como Comcast y Verizon limitar o hasta bloquear el tráfico que pasa por sus redes según el contenido.
Para explicar la diferencia entre clasificaciones, consideremos el teléfono como un buen ejemplo de un servicio de telecomunicación, pues transporta los datos de una llamada de un punto a otro sin importar su contenido, lengua o propósito. Las compañías telefónicas sirven como proveedor de infraestructura por donde pasan los datos, a diferencia de servicios de información, como un periódico, que pueden escoger el contenido que se publica.

La diferencia de clasificación entre un servicio de información y uno de telecomunicación cambia por completo la manera en que la ley trata a las compañías, pues bajo las normas que rigen a los servicios de telecomunicación, los ISP se verían obligados a transportar el contenido sin discriminación y a un precio justo. En cambio, las estipulaciones bajo las que se encuentra un proveedor de servicios de información otorgan al ISP poder sobre el tipo de contenido que circula por su infraestructura.

Por supuesto, existen varios puntos de vista en este asunto; en este artículo revisaremos los 4 más importantes.

1. Los proveedores de servicio de Internet

La visión de los ISP como Verizon, Comcast y AT&T es clara. Estas compañías consideran que el contenido que pasa por la red debe ser clasificado, catalogado y separado según su exigencia individual de ancho de banda. Para ellos, un mail no es igual a una película de Netflix, pues la segunda requiere una cantidad mayor de recursos para su transmisión y este tipo de contenido los obliga a ampliar su infraestructura.

Tal vez no hay mejor manera de explicar la postura de los proveedores de Internet que la respuesta de James Cicconi, vicepresidente ejecutivo de asuntos legislativos para AT&T, a una publicación en la cual Red Hastings, director general de Netflix, critica la reciente decisión de la corte de Washington. En ella Cicconi señala: “Como todos sabemos, no hay comida gratis, y tampoco hay distribución gratuita de películas por medio de streaming. Alguien tiene que pagar el costo. La propuesta arrogante del señor Hastings es que todos deben pagar, excepto Netflix.”

El ejecutivo de AT&T argumenta que el total de los usuarios son forzados a pagar por la infraestructura necesaria para entregar servicios de ancho de banda pesado aún cuando no los empleen. “Es un costo de hacer negocios que se incorpora a la tasa de suscripción de Netflix.”, continúa Cicconi. “En la visión de Netflix, esto es injusto. En su visión, estos costos adicionales, causados por una mayor cantidad de suscriptores al uso de su servicio, deben ser absorbidos por todos los suscriptores de banda ancha —no sólo por aquellos que usen el servicio de Netflix—”, concluyó.

De esta manera, queda claro que en la visión de las compañías el contenido debe separarse por categorías y cobrarse de manera individual según las necesidades del cliente. Esto es conveniente para ellas, pues posibilita la creación de un modelo de negocios en el cual se cobren diferentes precios por paquetes de acceso a servicio o uno en el que negocien con empresas como Netflix para llegar a un acuerdo comercial si quieren que no se limite el ancho de banda dedicado a su servicio.

Esta es la manera en la que siempre se han celebrado los negocios: tomando una ventaja competitiva y aprovechando cualquier oportunidad de incrementar ganancias. Los ISP saben que controlar el contenido que pasa por sus redes los deja en una posición en la que podrían incrementar enormemente sus ingresos, una oportunidad que no pueden dejar pasar.

2. Netflix y los proveedores de contenido en Internet

Netflix ha sido una de las compañías más activas en criticar la decisión de la corte de Washington, ya que su servicio ha sido uno de los más afectados por ella. En cuanto los ISP supieron que podrían limitar el ancho de banda según el contenido, cerraron la llave a Netflix y la extorsionaron para llegar a acuerdos comerciales con el fin de reestablecer la velocidad normal. Netflix decidió ceder a sus peticiones para seguir brindando un servicio de calidad a sus suscriptores. Hastings explicó muy bien la posición en la que se encuentra su compañía y en una publicación expresó su sentir: “Internet está mejorando vidas en todos lados ―democratizando el acceso a ideas, servicios y bienes―. Con el fin de asegurar que Internet permanezca como la plataforma más importante para el progreso de la humanidad, la neutralidad de la red debe ser defendida y reforzada. Cuando un ISP vende al consumidor un paquete de Internet de 10 o 50 Mbps, el primero debería recibir esa tasa de transferencia sin importar de dónde vienen los datos.”

Netflix no está solo en la lucha, pues recientemente enormes compañías como Amazon, eBay, Facebook, Google, Microsoft, Twitter y Yahoo enviaron una carta abierta a la FCC en la que señalan: “Escribimos para expresar nuestro apoyo a un Internet libre y abierto. Durante los últimos 20 años, innovadores americanos han creado incontables aplicaciones basadas en Internet, ofertas de contenido y servicios que son usados en todo el mundo. Estas innovaciones han creado un enorme valor para los usuarios de Internet, han impulsado el crecimiento económico y han hecho a nuestras compañías líderes globales. La innovación que hemos visto hasta la fecha ocurrió en un mundo sin discriminación. Un Internet abierto también ha sido una plataforma para la libertad de expresión y una oportunidad para miles de millones de usuarios.” Y agregan: “En lugar de permitir negociaciones individuales y discriminación, las reglas de la comisión deberían proteger a los usuarios y a las compañías de Internet tanto en plataformas fijas como móviles en contra del bloqueo, la discriminación y el establecimiento de prioridades pagadas, y deberían hacer del mercado de los servicios de Internet uno más transparente. Las reglas deberían proveer certidumbre a todos los participantes del mercado y mantener bajos los costos de regulación.”

En la visión de los proveedores de servicios mediante Internet, los ISP deberían ser únicamente un proveedor de utilidades, al igual que lo son la compañía de agua o de luz, quienes transportan un bien sin importar su contenido. Esta es la manera en la que Internet se ha manejado desde el principio y lo que ha permitido que personas de cualquier trasfondo social y sin importar su estado socioeconómico accedan a toda la información del mundo y expresen su opinión de forma libre, sencilla e inmediata.

3. La Comisión Federal de Comunicaciones de EUA (FCC)

Por supuesto, existe una entidad reguladora en Estados Unidos encargada de solucionar este tipo de situaciones: la FCC. Tom Wheeler, presidente de la comisión, es el responsable de tomar una postura decisiva en el asunto, y en recientes declaraciones parecería que está totalmente a favor de defender la neutralidad de la red, pues comentó: “Déjenme ser claro. Si alguien actúa para dividir Internet entre ‘los que tienen’ y ‘los que no tienen’, usaremos todo el poder a nuestra disposición para detenerlo. No se permitirá bajo ninguna regla propuesta de Internet libre dar prioridad a cierto tipo de tráfico al forzar al resto a un carril congestionado. No permitiremos que algunas compañías fuercen a usuarios de Internet a un carril de baja velocidad para que otros con privilegios especiales tengan un servicio superior.”

A pesar de que esto suena positivo, la propuesta de Wheeler tiene un área gris que vale la pena analizar, pues también comenta que permitirá a proveedores de Internet concretar tratos especiales con compañías como Netflix o Skype para dar un trato preferencial a los consumidores, siempre y cuando éstos actúen de una manera “comercialmente razonable”. Estas negociaciones estarían sujetas a revisiones caso por caso. Esto parece contradecir sus anteriores declaraciones, pues seguiría dando a los ISP el poder de clasificar el tipo de tráfico que corre por sus redes según acuerdos comerciales establecidos con diferentes organizaciones. Todo ello, según Wheeler, con el propósito de generar competencia.

Las declaraciones del presidente de la FCC parecen querer satisfacer las demandas de los proveedores de Internet cuya presión política es cada vez más fuerte así como de los consumidores, quienes temen perder la libertad de Internet por el bien de la competencia y los negocios.

4. El usuario de Internet

La postura del consumidor es fácil de explicar, pues es una visión generalizada de libertad. Desde el usuario común hasta pequeñas páginas y blogs buscan defender la neutralidad de la red a como dé lugar, pues saben que es un espacio de expresión libre y de oportunidad comercial sin precedente en la historia, debido a que representa una plataforma que fomenta competencia igualitaria, en la cual, cualquiera con una buena idea puede enfrentarse a enormes compañías transnacionales establecidas. Tal es el caso de Google, Netflix, Skype, Twitter, Amazon, Facebook, eBay, Yahoo y un sinfín de pequeñas empresas que terminaron siendo los gigantes que son en la actualidad.

Los usuarios conocemos a la perfección el modelo de negocios que conviene a las grandes empresas, pues lo hemos vivido durante años mediante el televisor Un modelo donde la libertad de expresión se reduce a quién tiene más poder económico para postular sus opiniones y puntos de vista, donde se reduce o hasta se elimina la voz de los participantes menos posicionados y donde se tiene un control de la opinión pública. En caso de que se perdiera la neutralidad de la red, Verizon, AT&T y Comcast podrían elegir qué contenido transmitir y cuál no. Los ISP tendrían la capacidad de dar prioridad a sus servicios y limitar el acceso de quienes busquen competir con ellos y en los últimos meses han dejado muy claro que están totalmente dispuestos a hacerlo.

Desde sus inicios, Internet ha sido diametralmente opuesto a este sistema, pues permite que todos nos expresemos y nos comuniquemos abiertamente y nos ha dado acceso ilimitado a todo tipo de contenido de manera inmediata. El libre flujo de información posible por medio de Internet ha traído consigo una revolución del pensamiento que podría equipararse a aquella que sucedió tras la invención de la imprenta e igual que en esos tiempos, hay quienes tratan de controlar las ideas que circulan y contagian a los que están expuestos a ellas debido a que intervienen en su manera de obtener ventajas competitivas, beneficios económicos y una mejor posición social.

El usuario de Internet quiere libertad de acceso a contenido, entretenimiento, conocimiento, cultura, información y a diferentes ideas. La red nos ha dado estas ventajas y no estamos dispuestos a dejar atrás todos estos beneficios en favor de ventajosos acuerdos comerciales entre empresas.

Lo que es cierto es que por el momento este debate se limita a Estados Unidos, y aunque la mayoría de la información en Internet pasa por su infraestructura, es probable que de permanecer este tipo de limitaciones, el resto del mundo construya poco a poco nuevos centros de datos que nos permitan comunicarnos con libertad y fluidez. Sin embargo, para que esto suceda es necesario mantenernos alertas a que el resto de los países no intenten implementar leyes similares mediante cabildeo y reformas oscuras y poco claras.

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